¿Se puede aprender el pensamiento disruptivo?
Siempre he tenido la duda de si la gente creativa e innovadora, con pensamiento disruptivo o divergente, nace o se hace. Para ser sincera, siempre he pensando que ese tipo de personas nacen y que en todo caso, si no “naces” …. con mucho esfuerzo puedes conseguir ser algo creativo.
Cuando uno empieza a bucear en el mundo emprendedor, las metodologías ágiles y la innovación, se encuentra con palabras como el pensamiento disruptivo, que muchos asociamos con “ser un genio”. Vinculados a este concepto se encuentran dos personas referentes: Luke Williams y Ian Heywood.
Ambos tienen material publicado muy útil para los que estamos aterrizando en el tema. La web de Luke Williams contiene artículos, vídeos y links muy interesantes, pero si queréis aprender a pensar de forma disruptiva y sois de los que aprendéis mejor escuchando y viendo, os recomiendo este vídeo de Ian Heywood.
Básicamente, lo que propone es detectar los clichés y amenazas de cualquier cosa, área o negocio y darles la vuelta, convirtiéndolas en oportunidades. Parece trivial, pero ver un ejemplo me ha ayudado a ver su gran utilidad.
De repente, un mundo de nuevas posibilidades se ha abierto ante mí! Me ha dado las herramientas para mirar diferente, sin llevar ese gen creativo “de serie”. Ahora habrá que evitar el impulso de probar constantemente estas nuevas gafas con todo lo que nos rodea…. intoxicación disruptiva?
Otro tema, más allá del puro pensamiento disruptivo, será analizar la viabilidad de esas ideas y como se crean esos nuevos modelos de negocio, si los hay. Hablaremos de esto en el siguiente artículo.
En cualquier caso, no parece sólo un método; es más bien una forma de pensar y sobretodo una forma de mirar: sin prejuicios y sin clichés, observar y pensar de forma libre y sin “ruido”.
Durante varios años, una parte de mi trabajo ha consistido en redefinir procesos, buscar mejoras, hacerlos más eficientes…. ahora miro y creo que lo he estado haciendo con “demasiado sentido común”, manteniendo los grandes clichés insalvables del sector. ¿Quizás en perder ese sentido común estan los grandes cambios a generar?
Y me pregunto…. ¿por qué no se practica esto en las escuelas?De hecho, ¿por qué se fomenta el pensamiento continuista?
¿Habría que enseñar a pensar diferente a los niños? O ya saben hacerlo….. y ¿sólo hay que dejarles “pensar fuera de la caja” ?
Alfonso Ricardi, en su artículo “Las 5 claves para la innovación” (de la mano del libro “Crear o Morir” de Openheimer), habla de la necesidad de formar y educar para la innovación, de que los niños aprendan (o se les permita) pensar diferente.
Ya está cambiando nuestra visión sobre esta forma de pensar, sólo falta que vaya calando en las diferentes etapas y áreas de la vida…o ¿sería demasiado agotador generalizar lo disruptivo?